jueves, 30 de julio de 2009

Creo que no tengo muchas palabras, aunque en realidad lo que me sucede sea precisamente lo contrario, tengo muchas palabras atoradas en la garganta...

No hace falta criticar al gobierno federal y a sus grandilocuentes representantes, es burdo, obvio y no me interesa. Tampoco intentare desmenuzar las infinitas y complejas redes que urden las estructuras de poder, así como sus distintas contradicciones y engaños, no podría. Sin embargo lo que puedo hacer es señalar el absurdo, o debería decir cinismo, desplegado frente al edificio de la Procuraduría General de la República en el Estado de Baja California, defendida por supuesto por dos soldados de uniforme con camuflaje (no se porque), con sus respectivas ametralladoras frente a la puerta, al costado del curioso letrero:

"PROHIBIDO SEMBRAR EL TERROR"


ven? no hay palabras...






post-scriptum
Todavía recuerdo el rostro del militar gritándome frente al detector de metales:"estamos para su servicio y protección" mientras yo observaba de reojo la miradas y escuchaba los murmullos a mis espaldas. Apreté mi mandíbula lo mas que pude y baje la mirada... (soy un idiota, pensé) Finalmente, después de haber depositado mis propiedades en la bandeja (botas, cinturón, etc.) remató con el mismo volumen y tono en su voz "muchas gracias señor, es usted muy amable", pero bueno... yo me lo busqué...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonito es mi país

Sybila dijo...

No entiendo su actitud, si en el país no se siembra el terror, se siembra marihuana...O_o

Sebastiana dijo...

Yo sólo me imagino cómo sería la cosecha...

pezazul dijo...

pos creo que la crítica política no es otra cosa que la experiencia existencial del absurdo cotidiano... sin embargo hay también crítica absurda en sí... como el tema del que se habla... en realidad creo que todo esto es como un chiste cruel, puedes tomartelo muy en serio o puede ser tristemente divertido