pero que caray, resulta que el blog ya tiene un año, y bueno, esta vez no me siento tan quejumbroso como en ese primer post (y eso que andaba medio crudo hace rato) pero si un poco reflexivo... bueno no se, tal vez ya no me quiero pelear tanto con esos viejos fantasmas decembrinos, tal vez los dejo rondar y asediar[hante?]un poco mas agusto que antes... quiero pensar que escribir me hace bien, quiero pensar que puedo hacer las paces mejor que antes... en fin, me da gusto pensar que llevo un año escribiendo por aca jeje de cualquier modo espero que si alguien se mete por aca estos dias sepa que le deseo un feliz año y espero que disfruten lo que queda de las vacaciones, en fin, yo me voy a escribir postales jajaja....

esta noche parece que se cierra un ciclo, al menos quisiera pensarlo, veo hacia atrás y me vienen a la mente imágenes olvidadas; no quisiera ser melodramático, pero este año ha sido muy extraño y me deja un curioso sabor bajo la lengua. tal vez la inminencia de las navidades, del año nuevo, del esperado último semestre, que conlleva un nuevo rush de entusiasmo para escribir una tesis, además de la extraña necesidad de alejarme y quejarme de ello, me generan cierta sospecha pero a la vez cierta lucidez... hoy me di cuenta que finalmente no la extraño, ni me siento enojado, o traicionado, aunque me doy cuenta que suelo necesitar estar enojado con alguien. por otro lado estas ultimas 48 horas me obligan a pensar que aun no se compartir mi espacio, aunque ciertamente lo controlo mas que hace unos años y que hago mi mejor esfuerzo... creo que sólo quiero decir que a final de cuentas me siento feliz de estar acompañado, de partir unos días, de ver el mar... me redescubro y confirmo que, lo mío, lo mío, son los juegos de espejos, los fantasmas que nos acompañan día y noche, las historias agridulces, la escritura en la arena, las espirales y los fractales, los sueños de ríos que siempre cambian, la identidad en la extrañeza...

Dios mío, perdonalos, pues no saben lo que hacen

(y a mí por no ir al francés, ah sí y a aquellos que me censuren también...)

bueno, estaba en un restauran con los jefes pero después de pedir no se que menú le trajeron a mi jefe una cerveza sin alcohol (así es leyeron bien, una cerveza SIN alcohol) por supuesto que no se la tomó; pero quien sabe porque la trajo a casa y la metió en el refri... me pregunto cuanto tiempo durará ahí... les dejo la foto para que lo vean con sus propios ojos...post-scriptum
pff... cerveza sin alcohol... por el amor de dios que es eso!?

post-scriptum II
dice andrés (alias"el rompemesas" líder del cartel de santana) que hay una sol sin alcohol, llamada "sol cero" y que eso hace menos "extravagante" a la cerveza (si es que se le puede llamar así) "odouls", así que me doy a la tarea de denunciar también la dichosa sol y le agradezco a andrés por el link je je

Porque soy como Juan Camaney!

Soux & La Congestión Ontológico-Nasal Noemática Trascendental dice:
Jacinto decimonónico...
Jacinto Cacofónico dice:
A sus órdenes.
Soux & La Congestión Ontológico-Nasal Noemática Trascendental dice:
¿cómo estamos?
Jacinto Cacofónico dice:
Cuando la garza eleva la pata derecha con dirección al quinto monte y Urano ocupa su posición en la casa de Leo bajo la influencia de Marte es momento de que el arquero tome la decisión.
Soux & La Congestión Ontológico-Nasal Noemática Trascendental dice:
Tirarse a la izquierda o a la derecha cuando le toque parar penales?
Jacinto Cacofónico dice:
xdxdxd!!!!
Jacinto Cacofónico dice:
Ora sí me saliste más cabrón que bonito.
Soux & La Congestión Ontológico-Nasal Noemática Trascendental dice:
jajajajjajajaja
Soux & La Congestión Ontológico-Nasal Noemática Trascendental dice:
óyeme, ya me conoces... je je je

Haiku filosófico

Esto no es la frase del día, ni un slogan publicitario, es como dice el título correspondiente, un haiku filosófico:

"El ser es y el no ser no es, si no te gusta me vale"

Ay caramba!, aquí es donde Parménides, Shakespeare y los japs convergen...
(pfff jajaja casi no se nota que estamos a fin de semestre...) por otra parte Parménides estaría orgulloso de mí, o eso quisiera pensar yo...